lunes, 25 de mayo de 2009

El idiota sabio

Hay veces que las apariencias engañan, y aquellas personas que parecen tontos pueden ser los más inteligentes...
Hace mucho tiempo, vivía una familia de buen linaje que habían sido muy ricos, pero que ahora eran pobres. En el mismo pueblo vivían una familia que había sido pobre pero que ahora era rica.
Un día, la mujer del antiguo hombre rico y la mujer del antiguo hombre pobre se encontraron en el templo. La mujer rica dijo a la mujer pobre:
- Sí, nosotros somos ricos, pero todo el mundo dice que nuestros ancestros eran malos o que no tenemos. Ahora tú eres pobre, pero tus ancestros son de buen linaje. Podríamos casar a tu hijo con mi hija.
- Está bien, me parece una buena idea- replicó la mujer pobre.
El hijo de la mujer pobre había sido muy inteligente pero ahora se estaba volviendo tonto. La familia rica descubrió la condición del hijo de la familia pobre y en secreto arregló otro matrimonio para su hija.
Cuando el matrimonio pobre descubrió todo esto, se enfadó mucho y le dijeron a su hijo:
- Si te comportaras como una persona normal, te hubieras casado con esa muchacha. Pero ahora, como eres medio idiota nadie te quiere.
- No me culpéis. Si mis ancestros hubieran sido buenos, todo hubiera ido bien.
Sus padres le dieron cuatro monedas de oro y le mandaron a la ciudad para ver si podía prosperar.
Mientras caminaba, se encontró con un pastor que había visto a un pajarillo que cantaba. Cuando el pastor se acercó al pajarillo, éste dejo de cantar. Entonces el pastor dijo:
- Eres un pájaro muy bonito y tu voz es muy dulce, pero ¿por qué te paras cuando me acerco?
El muchacho se acercó al pastor y le dijo:
- Enséñame a decir lo que le has dicho al pájaro y yo te daré una moneda de oro.
El pastor le enseñó a decirlo y el muchacho siguió su camino. Al poco rato, se encontró con un cazador que le decía a un zorro:
- Tienes una piel muy bonita, pero algún día te mataré y la tendré.
El muchacho se acercó al pastor y le dijo:
- Enséñame a decir lo que le has dicho al zorro y yo te daré una moneda de oro.
El cazador le enseñó a decirlo y el muchacho siguió caminando hasta encontrar un lugar donde había dos puentes, uno hecho de un tronco y otro hecho de dos troncos. Había dos hombres y uno le dijo al otro:
-Cuando hay dos puentes y uno es de un tronco y el otro es de dos troncos. El de uno será el más rápido.
El muchacho les escuchó, como hizo con los demás, les pidió que le enseñaran a decirlo por una moneda de oro.
Así, siguió su camino hasta que se encontró una pelea. Un hombre dijo:
-Si no os comportáis, os llevaré a la policía.
Como siempre, el muchacho pidió que le enseñaran esa frase, y perdió así su última moneda de oro.
Al no tener más oro, decidió volver a casa. Cuando estaba llegando, se encontró con la boda de la chica rica y él se mezcló con la multitud. La chica rica le vio. Entonces el muchacho le dijo la primera frase que había aprendido:
- Eres un pájaro muy bonito y tu voz es muy dulce, pero ¿por qué te paras cuando me acerco?
La chica entró en la casa y les dijo a sus padres:
-Os acordáis del muchacho con quién me querías casar, pues es bastante perspicaz.
Al oírlo, los padres le llevaron a la casa y le invitaron a comer. Entonces el muchacho dijo la segunda frase:
-Tienes una piel muy bonita, pero algún día te mataré y la tendré.
La novia corrió a decirlo a sus padres pensado que el muchacho estaba muy enfadado.
Después de un rato, cuando estaban todos comiendo y no había suficientes chuletas, el muchacho sólo pudo comer una. Entonces dijo la tercera frase que había aprendido:
-Cuando hay dos puentes y uno es de un tronco y el otro es de dos troncos. El de uno será el más rápido.
Entonces, los padres de la chica rica concluyeron que no era para nada tonto. Así que decidieron no acabar la boda decidieron dar la mano de su hija al muchacho.
Y así, el muchacho se caso con la chica rica.

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