domingo, 18 de julio de 2010

Activando la imaginación

Este abuelo, o sea yo, cuido de los nietos como una gran mayoría de abuelos hacen hoy en día, así que lo mismo llevo en la silleta a Edurne que me voy a pasear a Sergio y por eso veo que otros abuelos hacen lo mismo, ya que yo me encuentro con ellos. Luego a la hora de ir a buscarlos a colegio, si me toca en El Ángel Olivan, pues cojo primero a Nora y mientras esperamos a las gemelas, jugamos al pachocle o tangana que se dice en mi pueblo y esto sí que no lo hacen los otros abuelos. Al principio las gemelas me decían que me estuviese quieto pues no les parecía bien que su abuelo hiciera el ridículo, pero después ya han visto que no importa que lo importante es pasarlo bien si perjudicar a nadie. Otro juego que hacemos Nora y yo, es caminar por las líneas de colores que marcan la posición de cada clase y vamos como haciendo equilibrio, unas veces uno detrás del otro y otras de frente, de forma que ella siempre gana.
Si voy a buscar a Adrian me llevo un bocata de pan con tumaca y jamón, como se lo prepara su abuelo, que es el que más le gusta y después nos vamos al Parque del Cidacos a ver las plantas y ver volar a los patos, por cierto Adrian ya tiene ganas de que trabaje su madre, para que así le recoja yo del colegio y nos vayamos por ahí.
Con sus padres, mis hijos, también hacíamos algo parecido para activar la imaginación, lo más grande fue un día que nos sentamos en una alfombra y nos teníamos que concentrar para que esta volase, así que como no conseguimos concentrarnos todos a la vez, la alfombra no voló. Con la comida hacíamos algo parecido, si uno decía que no le gustaba la ensalada de tomate que estábamos comiendo, yo le preguntaba que si le gustaba el pimiento, entonces al decirme que si yo le decía, pues imagínate que son pimientos, ¡Mira a mi me sabe a pimiento! Y preguntaba al de al lado mío ¿Y a ti a que te sabe? ¿A pimiento verdad? Y este lo afirmaba.
Nunca me han echado en cara mis hijos la forma de educarlos, por el contrario alguno me ha dicho que le gusta como lo hicimos.
Una de las cosas que tengo con mis nietos mayores es un sistema de archivo imaginario, o sea tenemos una habitación que cada uno se la imagina como quiere, y le pone los muebles, con la condición de que tienen que poner una mesa con un archivador a la derecha con distintos cajones, estos cajones tienen etiquetas de colores y los nombres de las cosas positivas en uno y las negativas en otro, ponemos en un cajón las cosas que tenemos que mejorar, ya sea en casa o en clase y cuando lo hemos conseguido lo pasamos al cajón correspondiente. Bueno esto en si es mucho más largo en cuanto a los detalles pero eso ya se puede imaginar fácilmente. Parece según esto que todo sea positivo, pero no es así. Os voy a contar un detalle. Yo que llevo una investigación digna de mi imaginación y que la voy plasmando en el blog desde mi mente, pues hago aparatos que presuntamente pueden intervenir en el futuro. Así que un día que estaba yo haciendo las bobinas de dos reactores, mis tres nietos mayores que me ven preguntan ¿Abuelo que estás haciendo? A lo que yo les contesto unas bobinas para la máquina del tiempo.
Pues abuelo dimos como es eso y como funciona. Intente salir de aquel lio lo mejor que pude, pues ellos me doblaban en imaginación y decían ya se, si ahora nos metemos en la maquina y viajamos cuatro años atrás, cuando salgamos seremos cuatro años más jóvenes, yo quede maravillado de ver que ellos lo habían entendido mejor que yo mismo.
Entonces según esto no habría motivo para quejarse, bueno, pues veremos como todo no es así, pues un día que mi hija hablaba con sus hijas gemelas y por casualidad les dijo que el día que ella muriese… a lo que le contestaron “mama pero si tú no te vas a morir, cuando el abuelo termine la maquina cada año te hará retroceder 5 hacia atrás hasta que te quedes como nosotras”.
Con lo cual aquí me llamo a mandamiento mi hija para decirme que no exagerase la activación de la memoria de sus hijas.
Por otro lado Adrian en el colegio les dijo a sus amigos que su abuelo estaba haciendo una maquina con la que nos íbamos a forrar.
Para concluir quiero decir que aunque parezca que en abusado de activar la imaginación de unos niños, yo pienso que es mejor pasarse que quedarse corto, ahora ya veremos como salgo yo del lio en que me he metido.
P.D. Por la foto se puede ver que tambien usanos la imaginación para ser felices.